martes, 1 de noviembre de 2011

"El paso de la página tradicional a la digital".

        EL TECNÓLOGO EL AULA Y LA DIDACTICA.
Ser un “tecnólogo” hoy en día implica un reto y un compromiso verdaderamente grandes. Esto es debido al papel relevante que cumple este personaje en la sociedad actual. Se tratará de realizar un desglose de las características más relevantes de su perfil. El tecnólogo, como su propio nombre lo indica, es el hombre que materializa los conocimientos científicos a través de sus productos y los pone al alcance de la sociedad. Es un promotor de los avances de la ciencia, difundiendo, sugiriendo, implementando o creando nuevas tecnologías a fin de mantener la eficiencia de la producción de bienes y servicios que mejoren la calidad de vida de todos los seres humanos y del medio ambiente. Es un ente con visión de futuro y de reflexión, crítica, sensibilidad y percepción de las necesidades y problemas que surgen y que atentan contra el avance saludable y positivo de la raza humana. Por ello es un profesional, comprometido con la sociedad y su promoción, destinado al manejo de procedimientos y equipos altamente sofisticados para lograr ese fin y con una mentalidad abierta que le ayude a afrontar sin mayores traumas o esfuerzos los constantes devenires de la evolución científica y tecnológica. Ante todo, un tecnólogo debe ser un humanista. Una persona con valores morales y éticos muy bien fundamentados, puesto que sus productos impactan de manera considerable el orden social, económico, cultural y hasta político del mundo. Y es en este ámbito, el de la moral y ética, en que se debe hacer hincapié. El tecnólogo es un agente moral aun cuando sus decisiones y actos sean tachados de inmorales por aquellos que son perjudicados por estos. Y, como es bien sabido, el tecnólogo puede hacer daño, sea poniendo buena tecnología al servicio de malas metas, sea empleando tecnología inherentemente perversa. En ello reside su poder. Y es por ello que muchos estudiosos, notables, hombres de ciencia y filósofos como Mario Bunge apunta en dirección de formular o crear la tecno ética , partiendo de una teoría de valores que permita sopesar medios y fines, así como concebir las normas morales a imagen y semejanza de las normas tecnológicas. La integración de la tecnología a las prácticas áulicas es pedagógica y no tecnológica. Es decir: no vamos a enseñarles a los alumnos a usar exel, ese no es el objetivo la búsqueda es que reflexionen sobre el potencial de cada uno de estos programas, sobre las lógicas que se ponen en juego al utilizarse los mecanismos que se generan en nuestras mentes: que piensen en quienes tienen  acceso y quienes no a estas tecnologías y que determina esto. Buscamos que los alumnos puedan utilizarlos como una herramienta para estudiar y que puedan, frente a ellos desarrollar diferentes actividades.

1 comentario:

  1. La integración de la tecnología a las prácticas áulicas es pedagógica y no tecnológica.Excelente reflexion!!!!Muy buenas imágenes!!!!

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